viernes, 31 de octubre de 2008

Latinoamericanos se muestran satisfechos con la educación

La mayoría de los latinoamericanos se encuentran satisfechos con la educación pública, a pesar de que los estudiantes de la región se han quedado atrás en comparación con sus pares de Asia y las naciones desarrolladas en las pruebas internacionales de rendimiento, de acuerdo a una encuesta llevada a cabo por la empresa Gallup y que fue encargada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Más de la mitad de la población entre 15 y 19 años en Brasil, Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay carece de un nivel adecuado de educación y destrezas.El estudio se concentra en identificar la contribución que el desarrollo educativo a hecho a la calidad de vida en América Latina y el Caribe, adoptando una perspectiva regional de largo plazo. Si bien las tendencias sobre períodos de tiempo prolongados permiten constatar que en todos los países la población está cada vez más incluida en el sistema escolar y completa un mayor número de años de educación, la situación en términos de calidad no es tan positiva. Los datos sugieren que más de la mitad de la población entre 15 y 19 años en Brasil, Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay carece de un nivel adecuado de educación y destrezas –medido por pruebas que miden aprendizaje efectivo, y no número de años completados en la escuela- como para obtener un trabajo bien remunerado en una economía global altamente competitiva (ver gráfico). Este cálculo es parte de un estudio del BID que explora tendencias de largo plazo en la calidad de vida de los países de América Latina y el Caribe, incluyendo temas como la educación, la salud, y el mercado laboral. Varios países de la región reportaron niveles de satisfacción similares a las naciones desarrolladas, a pesar de ostentar puntajes significativamente más bajos en las pruebas. Venezuela, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Honduras y República Dominicana, por ejemplo, indicaron niveles de satisfacción en relación con la educación mayores que Japón, a pesar de que los estudiantes de esos países tuvieron un puntaje 35 por ciento menor que el promedio de los estudiantes japoneses, de acuerdo a la encuesta.Costa Rica, Venezuela y Nicaragua son los países con los mayores niveles de satisfacción en la región, con más del 80 por ciento de las personas entrevistadas que dicen estar satisfechas con el sistema educativo. Haití, Perú y Argentina son los menos satisfechos, con índices de aprobación por debajo del 55 por ciento.Las personas con menores niveles de educación tienden a expresar una mejor opinión en relación con la calidad de los servicios educativos que aquellas que tienen más años de escolaridad, de acuerdo a la encuesta, que forma parte de un estudio del BID sobre la calidad de vida en América Latina y el Caribe. La encuesta también determinó que los padres, cuando califican la calidad, valoran aparentemente otros atributos distintos a los logros mismos del aprendizaje —tal como se mide en las pruebas de rendimiento—, como por ejemplo, si la escuela se mantiene limpia o si la disciplina es justa para todos los estudiantes.El estudio es parte de la serie Desarrollo en las Américas (Development in the Americas), la publicación insignia del BID destinada a proporcionar nuevas perspectivas sobre temas de desarrollo en América Latina y el Caribe. El Banco divulgará el estudio el 18 de noviembre en Washington D.C., durante un evento que marcará el inicio de una serie de presentaciones y discusiones públicas en varios países de la región.El estudio utilizó datos de la Encuesta Mundial de Gallup e información de preguntas comisionadas por el BID para complementar la encuesta. Gallup entrevistó a más de 40.000 personas en 24 países de América Latina y el Caribe entre noviembre de 2005 y diciembre de 2007. El margen de error de la encuesta varía en cada país, oscilando entre 3,1 por ciento y 5,1 por ciento.Implicaciones en las políticasLa falta de demanda por una mejor educación puede significar que los gobiernos se sientan menos motivados a introducir mejoras, dijo Juan Carlos Navarro, uno de los investigadores del BID que realizó el estudio.Pero a medida que los países de la región mejoran el nivel de los logros educativos de su población, las críticas se incrementan porque se presta mayor atención a los servicios que se ofrecen, como lo demuestran los casos de Chile y Brasil. Ambos países mostraron niveles de satisfacción menores a los esperados, a pesar de que sus estudiantes se encuentran entre los de mayor rendimiento en la región, según el estudio (vea la tabla siguiente). El descontento creará una oportunidad para que los gobiernos implementen reformas.Chile y Brasil, de maneras diferentes, han invertido para lograr que los resultados de las pruebas nacionales de evaluación del rendimiento se encuentren disponibles al público. Las pruebas incrementaron la conciencia de la población y han ayudado a los gobiernos a presionar por las reformas.Aún así, la sola información no es la única clave para mejorar la calidad. El sistema educativo y las autoridades responsables de formular políticas necesitan saber cómo canalizar esa frustración para convertirla en políticas efectivas que permitan que la calidad mejore, concluye el estudio.Fuente de crecimientoLa educación ha sido la fuente primaria del crecimiento económico en Asia, pero en América Latina y el Caribe ha desempeñado un papel menor en los últimos 30 años. La mayor parte del crecimiento de la región entre 1972 y 2000 puede ser atribuida a un incremento de la fuerza laboral, mientras que en el sur y el este de Asia los principales motores del crecimiento han sido el capital humano y la productividad.Los resultados sugieren que los latinoamericanos no están cosechando los beneficios de tener más niños matriculados dentro del sistema educativo, ni del incremento en el número de años que su población permanece en la escuela.América Latina y el Caribe han experimentado importantes progresos en términos de educación en el curso del último siglo. Los índices de alfabetismo en la región se han duplicado desde la década de los treinta hasta llegar hoy a un 86 por ciento. El número promedio de años de escolaridad para la población mayor de 15 años se ha duplicado hasta llegar a 7 años en el 2000, desde 3,5 años en 1960, de acuerdo al estudio.Hoy en la región, la mayoría de los niños de todos los niveles socioeconómicos y orígenes étnicos son capaces de asistir la escuela. Actualmente, la cobertura de la educación preescolar es comparable con los niveles de los países desarrollados, mientras que la educación secundaria ha experimentado una acelerada expansión en las últimas dos décadas. La educación superior se ha convertido asimismo en un emprendimiento masivo, permitiendo a estudiantes de bajos ingresos obtener un grado universitario. Hoy la educación se distribuye más igualitariamente en la región, ayudando a mitigar los efectos de la desigualdad de ingresos. Esas mejoras en el sistema le permitirán a la mayoría de los países alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio del 2015, en relación con la educación primaria universal, sostiene el estudio.Pero esos avances aún no han sido suficientes para mejorar la calidad de la educación. Los estudiantes de la región están muy por debajo del rendimiento comparativo de sus pares, de acuerdo a las evaluaciones estudiantiles internacionales que se llevaron a cabo en Asia —uno de los principales competidores de la región en asuntos de comercio internacional— y en Europa.El rendimiento promedio de los estudiantes de 15 años de edad, en siete países latinoamericanos que hicieron la prueba del Programa Internacional de Evaluación (PISA), de la Organización para la Cooperación para Desarrollo Económico (OCDE), es cerca de un grado menos que el promedio de rendimiento del 25 por ciento más bajo de los estudiantes examinados por la OCDE dice el estudio.Además, entre el 20 y el 40 por ciento de los estudiantes de siete países latinoamericanos tuvieron un puntaje menor que el nivel más bajo de destrezas en la prueba, lo cual significa que carecían de un conocimiento básico de la lectura y la escritura. Los países latinoamericanos que participaron en el programa de exámenes fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.Fuente:

Prensa BID