Ubicado en el mítico barrio de la Boca, en las ciudad de Buenos Aires, se dice que los integrantes del Grupo de Teatro Catalinas Sur son “verdaderos bichos raros” en el importante círculo teatral de la ciudad.
Como destaque, no más, vale comentar que en su página web, catalinasur.com.ar, tiene una versión en inglés, un hecho que solamente tiene el Teatro Colón y que mientras los teatros oficiales tienen sus Fundaciones para ser sostenidos, Catalinas Sur se mantiene con los “amigos utópicos”, que pasan los mil a cinco pesos por mes.
A las funciones, de primera calidad, bien profesionales, concurre gente de todos lados, incluida visitantes del exterior, pero Catalinas Sur no arregla con las playas de estacionamiento cercanas para seguridad de los autos de los asistentes. No, para nada, son los famosos e ilustrados Bomberos Voluntarios de la Boca quienes los cuidan. De esta manera fortalecen la imagen barrial al mismo tiempo que establecen acuerdos de servicios con organizaciones de fines similares.
Al planteamiento comunitario, principio irrevocable de Catalina Sur, le agregan que tienen sus propios abogados, médicos, contadores y otros profesionales, por lo cual no están en la onda de tercerizar servicios.
Igual estrategia para mantener el edificio, con una sala para 300 personas, donde, como todo teatro, hay que mantener los elementos de escenografía, vestuario y otras necesidades, como la de tener una guardería para los hijos de los actores y actrices.
Algunos datos ofrecidos en su web, dicen que a Catalinas Sur concurren unos 20 mil espectadores por año para ver los trabajos propios, los de las obras invitadas -muchas de ellas, de otros países- o de los elencos de títeres.
“Cuando hablamos de teatro de los vecinos por los vecinos, lo que decimos es que en este grupo está representada la comunidad con todas sus características” dice su fundador, quien agrega, "Nosotros somos público, somos vecinos. La fuerza de nuestra forma de trabajo y el éxito tiene que ver con esa cantidad de gente haciendo teatro”
Al leer/escuchar estas declaraciones, no hace falta conocer teatro para sospechar que quien las dice es un uruguayo quien evita colocarle el “Ta” Así es, el fundador de Catalinas Sur es un oriental, Adhemar Bianchi, quien debe aplicar al extremo la modestia uruguaya, pues en los espacios comunicacionales habituales no aparecen sus datos personales.
Sin embargo, hay dos datos que empujan hacia esa influencia oriental. Uno de ellos es que Alfredo Iriarte, integrante de Catalinas Sur, es un profesional en la actuación, en escenografía y también como “realizador de máscaras”.
Ahora bien, Iriarte es el responsable de las máscaras que utiliza la murga Agarrate Catalina, de Uruguay, ganadora del concurso de 2008 y otros anteriores. Descubrir que para Iriarte las “máscaras” tienen vida y que él tiene ese “algo más” necesario para que eso ocurra, es percibir la causa del atractivo de las que se utilizan en Agarrate Catalina.
Otro dato, ya mas cercano a Bianchi, es la Canción de Catalinas Sur. “Porque hoy nos quieren convencer de la derrota/porque hoy nos quieren inculcar la soledad,/nuestra utopía está presente/sumando gente de aquí y de allá/Mientras la vida nos dé latidos/habrá un motivo que celebrar/y Catalinas aquí estará”. Cualquier similitud con las murgas uruguayas no es casual.+ (PE). (Fuente: Ecupres)