Las familias que abordan las problemáticas de la sexualidad con sus hijos inauguran un canal de diálogo que protege a los chicos de los mitos, la ignorancia y la soledad a la hora de afrontar decisiones, procurar cuidado y construir una sexualidad responsable.
Esta es la premisa con la que la filial argentina del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) realizó su evaluación sobre cómo se maneja el diálogo sobre estos temas dentro de las familias argentinas.
"En los medios de comunicación abundan los mensajes y las imágenes de contenidos sexual o erótico, la mayoría de las veces con errores de concepto, roles sexistas y carencia de los valores humanos que hacen de la sexualidad una parte muy valiosa de las personas", afirma la doctora Alicia Figueroa, médica ginecóloga miembro del Celsam.
Desde su punto de vista las familias suelen contemplar estos estímulos y contenidos "guardando un silencio temeroso por hacer daño si se tocan estos temas con los hijos e hijas, o anclados en el mito tan trillado de que dar educación es sinónimo de estimular a los chicos a una desenfrenada actividad sexual y dar permiso a todo tipo de excesos".
A través de una serie de entrevistas realizadas con adolescentes de ambos sexos de la Capital Federal —y con algunas de sus madres—, los investigadores establecieron que a pesar de que el 100 por ciento de los adolescentes dijeron conocer el preservativo, sólo el 88 por ciento dijo que también conocía las píldoras anticonceptivas, un 10 por ciento menos que las madres quienes afirman conocerlas en un 98 por ciento. Al diafragma, dicen en el estudio, lo conocen el 88 por ciento de las madres, mientras que menos de la mitad de sus hijos saben de su existencia. De igual manera, el 68 por ciento de las adultas afirmaron conocer la existencia de la píldora anticonceptiva de emergencia (la "píldora del día después") mientras sólo el 48 por ciento de sus hijos dijeron conocerla.
Fuente: La Capital