La detención y desaparición de diez estudiantes platenses, en septiembre de 1976, se recordó ayer con actos y movilizaciones en distintos puntos del país, y en un acto central en la capital bonaerense en el que participó la presidenta Cristina Fernández. En esa ciudad y en Buenos Aires se realizaron marchas de estudiantes secundarios. En el Colegio Nacional Rafael Hernández, donde habló la jefa de Estado, desde 2004 se les vienen colocando a las aulas los nombres de los estudiantes desaparecidos. “Y eso no es una placa”, explicó el rector, Gustavo Oliva. “Para nosotros es una cuestión de compromiso constante y permanente que implica educarnos para la memoria”, afirmó.
Entre el 8 y el 21 de septiembre de 1976, diez alumnos de colegios platenses, que reclamaban un boleto estudiantil fueron secuestrados por patotas pertenecientes al Batallón de Inteligencia 601 y a la policía provincial, en el marco del plan sistemático de desaparición forzada de personas instaurado por el Terrorismo de Estado que gobernó de facto hasta 1983. Los jóvenes fueron trasladados a diferentes centros clandestinos, como ‘el Pozo de Banfield’, ‘el Pozo de Quilmes’, la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5a., 8a., y 9a. de La Plata y 3a. de Valentín Alsina, en Lanús, al Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires y al Centro Arana, en los cuales fueron torturados brutalmente antes de que ser asesinados y desaparecidos. Los secundarios porteños se autoconvocaron ayer, acompañados por universitarios, y marcharon desde el Congreso a Plaza de Mayo, donde no sólo recordaron a los estudiantes desparecidos sino que repitieron ante la sede del gobierno de la Ciudad su reclamo por más becas y exigieron el cese del vaciamiento de la educación pública tanto al Ejecutivo local como al nacional.
Fuentes: Página12/BAE/La Capital/El Territorio